Entre acordes resuena tu nombre
Y entre acordes muere mi alma.
El vals triste, vehemente, dilapida la ilusión
Dilapida el dolor ínfimo del sentimiento.
La incertidumbre consume mis anhelos
Pero la felicidad alimenta mi éter,
Es una cuestión que deseo responder
Saber si merece la pena la soledad y la música.
Darme cuenta de la locura oculta entre notas,
Observar hacia mi interior y decirme cruelmente
La verdad oculta, dispersa entre tus labios
Callada por no se cuanto.
Dime tú si merece la pena
Si mi euforia es correspondida
Y la alegría del sentimiento es real.
¡Que la vida pide tu música!
Pero la mía pide ululando
La tranquilidad y la pasividad
Que yo mismo me he hurtado
Por solo observarte.
Pronuncia mi nombre
Como un responso
Escondido entre la sangre
Que corre desde tu corazón.
O calla tu respuesta
Y solo dime si merezco la muerte
Si merezco la profundidad,
Si no te merezco a ti.
Y así el vals triste
Entre acordes misteriosos
Y sonidos jocosos
Roba lágrimas de mi corazón pueril.
Esperando por ti
Por tu sonido
Por tu rostro, tu voz
Y por la respuesta que yo deseo.
Que yo deseo con ahínco
Con vehemencia
Con desidia
Salga de tus labios pulcros.
Para poder así hincarme resignado
Ante la muerte
O para sentir la vida
Fluir por todo mí ser.
sábado, 5 de septiembre de 2009
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