domingo, 6 de septiembre de 2009

(sin título)

Hoy he visto tal belleza
En ambientes semi-caóticos
Donde tétrico es encontrar al Silencio.

Fue similar al sentirse encadenado
En la obscuridad lúgubre, y ver,
A lo lejos, una vela encendida.

Encendida con el fuego
Eterno de la vida sin fin, que,
Cubre avasallador el cuerpo helado.

Hay 3 bellezas,
2, efímeras y una real,
Tú me has cautivado, pero no se con cual.

Es difícil concretar
Las ideas del subconsciente, mas sigo
Como línea la pureza siempre.

Disculpa si te incomodo,
Tu no me conoces, y yo tampoco,
¡Pero con qué belleza más fulgurante me he encontrado!

Eres para mis ojos anacrónicos
Sinestesia sublime de música celeste;
Observarte es como escuchar los sonidos de las esferas.

Que si por tú boca saliera,
Aunque solo una palabra hacia a mí,
Bastaría para pasar mi vida escribiendo para ti.

Por que las palabras
No son nada,
Se oyen y a veces, se pueden ver.

Pero embriagan a lo sumo
El psique humano,
Y sin arrepentimiento estoy dispuesto a escucharlas.

A imaginarlas siempre
Que salgan de ti,
Eximio idilio, vehemente.





Por segunda vez la disculpa
Opípara te ofrezco;
Es difícil para el ego asimilarlo.

El ultra-racionalismo
Vive en mí, desde la creación
De mi arcaico ser real.

Es complicado
Que mis ideas
Viajen a un solo ser.

Mas los muros etéricos
Se han quebrantado volátilmente,
Y quedo atónito ante tu presencia.

Y por tercera vez me disculpo
Ante tu bruñido espíritu,
Esperando, aguardando, dentro de la incertidumbre.

Siempre furtivo
Dentro del ruido
Que ulula el silencio.

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