te observo distante desde el lugar que me ha sido asignado.
Esperando el momento ficticio en el que me veas.
Te busco con ánimos pueriles, y,
cuando te das cuenta (de mi vista),
te pierdes entre el vaho fantasmagórico
que cubre el lado de tu ventana.
Será que algún día me verás a los ojos
Donde realmente Yo Soy.
Tras el cristal de nuestras almas
he perdido el afán de desearte.
Sé que algún día mi vista se fugará.
Pero tras el cristal de nuestras almas
he aprendido a amarte,
entre notas abstractas
y notas sin sentido.
Será que algún día me verás a los ojos.
.Donde realmente Yo Soy.
Y voltees con esa curiosidad de niña
Tras el cristal
de
nuestras almas...
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