sábado, 23 de enero de 2010

Tan lejos, tan cerca…!

“Cuando el niño era niño,
No sabía que era un niño.
Para él todo era divertido,
Y, todas las almas eran una.”

Dame un momento, (por favor)
Para así poder escudriñar en mi mente
Todos los pensamientos de elegía
Que han ya tomado forma física.

¿Sientes mi presencia?

Sí, soy yo, oculto, inocuo.

El que furtivo, espera poder verte,
Verte nuevamente desde lejos
Con ojos ciegos, daltónicos.

No, no sientes mi presencia.

Qué tan lejos estas
Cuándo igualo tus pasos
Y camino junto a ti,
Tan cerca.

Hoy escucho,
En el viento universal
Tu nombre hecho música,
En melodías solemnes.

Recorro con desidia
Las calles que tornan la vida
En un estado pusilánime.

Evoco tu voz.

¿Aun no existo, verdad?

Pero tú si existes,
Te he visto, te he escuchado,
Y no me queda opción
Que escribir y dar forma.
Forma al milagro de tu ser.

Sí algún día,
Lejano- cercano (que se yo),
Recorres las calles inanimadas
Y me ves, sé que sabrás quien soy.

Y quizás no sepas con exactitud
De donde vengo,
Pero tendré la eternidad
Para esperarte y contarte todo.

De qué sirve existir.

Si…

¿?

Existir ya no es suficiente.
Nunca lo fue.
Hay algo más.
Y ese más para mí,
Eres: tú.

¿Y si la eternidad no es suficiente?
Perder mi estancia en
Dimensiones de alto grado,
Ya no me preocupa.

Si la eternidad ya no es suficiente,
Podré transgredir las formas metamorfoseadas
De la existencia.

Y cuando llegues, acariciar tus cabellos,
Tomarte de la mano,
Y tener la plena seguridad de que sepas
Quien soy, sonrías y me lleves contigo.

En ese momento volátil
Estaré seguro que mi última
Forma de existencia,
Valió la pena…